Un pasado infortunado, y su intención de instalarse eternamente en tus adentros, se convierte en mi rival de estación. Y yo sé cómo ganarle a esos espectros. Es la base de la dieta del amor, mucha risa pa’ que no nos duela nada. No hay vestigios de tragedia en tu colchón, porque sobran, porque sobran carcajadas. Me someto, así, a tu entrega. Me rescata, me enloquece y me sosiega. Ya no somos dos ahora: Se fundieron nuestros fuegos en tu alcoba ♥

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